Mejorar la grafía en niños con Hiperactividad
Dificultad de escritura y coordinación
En los
últimos años, los especialistas en hiperactividad infantil están concediendo
especial importancia a los programas de recuperación de determinados aspectos o
dificultades del aprendizaje. La escritura puede resultar difícil para muchos
niños y si resulta ilegible puede ser motivo de malas calificaciones, aunque el
contenido sea correcto. En el caso de los niños/as con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) debido a su falta de atención y
concentración e impulsividad, la probabilidad de presentar dificultades y
errores del aprendizaje como disgrafías, discalculias,
dislexias o problemas de comprensión de lecto-escritura, es mayor (Orjales,
2011).
Frecuentemente
se ha asociado la hiperactividad infantil con problemas de coordinación motora.
En la actualidad existen datos suficientes como para afirmar que los niños
hiperactivos tienen déficits visomotores y dificultades perceptivo-espaciales.
Los
niños hiperactivos suelen tener dificultades en actividades de psicomotricidad
fina: son torpes para modelar con plastilina, colorear de forma controlada,
servir la leche sin derramarla, tienen dificultades en abrir bolsas y paquetes
prensados, en abrochar botones pequeños y hacer el lazo a los zapatos.
Es por
ello que en la escritura, considerada una actividad de motricidad fina, también
presentan dificultades. Su letra es mala, excesivamente grande o excesivamente
pequeña y frecuentemente desorganizada. Si se insiste, puede controlarla de
forma adecuada, pero normalmente a costa de ejercer una presión excesiva sobre
el bolígrafo. Al cargar tanto, se cansan de escribir y realizan este tipo de
tareas con desgana. Además de estas dificultades, su pensamiento es mucho más
rápido que su mano, lo que contribuye a empeorar la situación.
La
escritura y la ejecución visomotora están influidas por una tercera variable,
el mantenimiento de la atención que requiere la práctica, por tanto los niños
cometen más errores en función de la longitud de las tareas de copia (Zentall,
1993). En este sentido debemos dividir una tarea larga en varias tareas cortas,
exigiendo tiempos de concentración más cortos.
El
aprendizaje de la escritura se divide en fases. Primero el niño adquiere
un control grafo-motor para familiarizarse con las letras;
posteriormente se centra al niño en la práctica de la escritura en
sí y por último una etapa de perfeccionamiento cuando el niño
escribe con su propio estilo una vez que ha interiorizado los mecanismos de la
escritura. Para ello, el niño debe de practicar el trazo de las letras
cuidando que se realiza en la dirección correcta y de forma proporcionada.
Conseguir
que un texto sea legible, es cuestión de práctica. La forma de escribir de
forma clara es a través de fichas y cuadernos especializados en los que se
practica la caligrafía. Esto se realiza en las escuelas, pero a veces no
es suficiente y entonces los padres también juegan un papel fundamental
para ayudar al niño. Además, por lo general, el niño
suele desmotivarse si sólo se emplea este tipo de cuadernillos.
Primero
hay que detectar entre padres y profesores cuáles son las causas de la
mala caligrafía, si es un problema de destreza motriz, de
impulsividad, problemas de percepción o de orientación espacial y temporal,
baja autoestima u otros.
La mala
caligrafía en niños con TDAH
En
muchas ocasiones los niños hiperactivos presentan una caligrafía pobre,
desorganizada y con frecuentes omisiones. Dos son las razones principales:
- Muchos niños tienen mala coordinación
viso-motriz y dificultades perceptivo-espaciales que dificultan la
escritura.
- Otros tienen una aceptable coordinación
motriz, pero carecen de la automatización adecuada. Existe un gran número
de niños hiperactivos que, pudiendo escribir adecuadamente, se dejan
llevar por la impulsividad y la falta de hábito. Es decir, pueden escribir
bien pero necesitan concentrarse demasiado para poder hacerlo de forma
constante.
Entrenamiento
caligráfico para niños con mala coordinación viso-motriz y dificultades
perceptivo-espaciales
Para
aquellos que tienen problemas de coordinación viso-motriz y dificultades
perceptivo-espaciales, se recomienda la práctica diaria de caligrafía, pero no
en el sentido tradicional de "cuanto más escribas mejor escribirás",
sino poca caligrafía pero bien escogida.
Teniendo
en cuenta que un exceso de esta actividad redundaría en una caligrafía peor, se
recomienda realizar sólo unos renglones cada día. Una posible sugerencia se
refleja en el cuadro siguiente:
- 1 renglón para niños de 1º de primaria.
- 2 renglones para niños de 2º de
primaria.
- 3 renglones para niños de 3º de
primaria.
- 4 renglones para niños de 4º de
primaria.
- 5 renglones para niños de 5º de
primaria.
La
caligrafía deberá reeducar aquellos enlaces, letras o giros que el niño realice
incorrectamente. Para ello será mejor que nosotros elaboremos la caligrafía en
función de lo que el niño necesite.
El
objetivo final de la caligrafía debe ser que la mejoría en la letra llegue a
reflejarse en las fichas que realiza a diario en el colegio. Le animaremos a
utilizar los nuevos enlaces que ha entrenado en su trabajo diario y le
reforzaremos positivamente por ello.
Entrenamiento
caligráfico para niños que tienen una aceptable coordinación motriz, pero carecen
de la automatización adecuada
Una vez
que el niño tiene la habilidad para escribir correctamente en el silencio de
casa y con una tarea que sólo le exige preocuparse de la letra, deberá ser
capaz de reducir estos procesos a sistemas automáticos. Es decir, mientras está
haciendo un dictado en clase, el niño debe concentrarse en escuchar al
profesor, en no perderse, en recordar las reglas ortográficas, debe además
ignorar otros estímulos. En estos momentos, "hacer buena letra" debe
ser un mecanismo tan aprendido que pueda relegarse a sistemas automáticos. Es
decir, su cerebro debe poder concentrarse en tareas más complejas porque de la
letra se encargan mecanismos automáticos.
Refuerzo
positivo de la caligrafía correcta en las tareas de clase y aumento de la
motivación por escribir
Un buen
sistema sería reforzar la buena letra realizada en las fichas y el trabajo del
colegio. Por ejemplo, cada quincena se revisan, con ayuda del niño, las fichas
realizadas en el colegio y se subrayan con un rotulador fluorescente todas
aquellas frases o palabras bien escritas. Los niños pequeños disfrutan mucho
con esta actividad, sobre todo si el adulto varía los colores o permite que
sean ellos mismos los que subrayen sus éxitos. Para los niños más mayores, a
partir de 8-9 años, se puede conceder un punto por cada palabra o frase escrita
(dependiendo de la dificultad que encuentre el niño para escribir). Los puntos
se podrán canjear después por rotuladores, plumas, gomas, lápices o artículos
de escritura que sean de su agrado (lo que aumentará su motivación).
De este modo el niño comenzará a esforzarse en la escritura en clase. Premiando
el esfuerzo realizado en clase, ayudamos a generalizar los progresos
conseguidos en casa. La práctica hará que, en el futuro, el niño no necesite un
apoyo semejante.
Consejos
útiles a la hora de escribir
Debemos
centrar la recuperación en aquellos aspectos específicos que estén alterados.
Por ejemplo, no hacerle realizar hojas y hojas de caligrafía de modo
indeterminado si el niño sólo tiene que automatizar el trazo correcto del
enlace entre las letras "br" y no olvidarse de trazar correctamente
el palito de la letra "a".
El
cuaderno de caligrafía es un campo de prácticas y no un fin en sí mismo.
Comprar un cuaderno y pedir al niño que realice hojas sin control no tiene
sentido. No escribirá mejor y contribuirá a que odie a hacerlo.
El niño
debe estar relajado y motivado. Él tiene que saber que sus ejercicios son
importantes y valorar sus mejorías. Es imprescindible que el niño pueda
comprobar claramente que mejora. Para ello será necesario confeccionar sistemas
que reflejen que su trabajo es cada vez más efectivo. Felicítele cuando observe
cualquier mejora.
Cerciórese
de que la altura a la que se sienta el niño a la mesa es la adecuada para
propiciar una escritura más correcta. Asegúrese de que esté bien sentado, con
la espalda en el respaldo de la silla y los pies apoyados en el suelo.
La
distancia de los ojos al papel debe de ser de unos 20-25 centímetros. No debe
de mover el papel continuamente.
Con la
mano contraria a la que escribe debe de sujetar el papel con seguridad pero sin
que haya tensión.
En el
caso de que sea diestro, es correcto inclinar la hoja ligeramente a la
izquierda, y si es zurdo a la derecha.
La forma
en la que el niño coja el lápiz o bolígrafo es importante. Debe de hacerlo con
el índice y el pulgar dejando que se apoye en el anular.
Evitar
apretar demasiado el lápiz. Algunos niños aprietan mucho cuando escriben. Esto
dificulta mucho hacer las líneas suaves necesarias para escribir bien, sobre
todo cuando se escriben letras ligeramente orientadas hacia la derecha. Intenta
que se tome las cosas con más calma, que no coja el lápiz con tanta fuerza y
trate de que el lápiz deje una marca en el papel sin necesidad de atravesarlo.
Reserve
tiempo para que el niño haga ejercicios de caligrafía y pueda automatizarla.
Es más
útil la caligrafía de doble raya porque limita al niño a dos puntos de
referencia (arriba y abajo). La caligrafía en cuadritos tiene demasiados puntos
de referencia, por lo que para el niño hiperactivo resulta más complicado y sin
son cuadritos pequeños no resultan ser guías adecuadas.
Para los
pequeños que no hacen diferencia entre las letras que deben salirse de la pauta
de doble raya (l, j, f, etc.) y las que deben permanecer en la misma (a, n, m,
s, e, etc.), es útil utilizar una pauta con punteados superior e inferior.
Prueba
un poco más despacio, el hecho de ir más lentos les ayuda a solucionar el
problema. Cuando se aceleran, les cuesta mucho controlar donde acaban y
empiezan las letras, y cometes muchos más errores. Para ello podemos utilizar
una gafa bicolor (lentes Chromagen) que
les haga ir más despacio y se fijen mejor en la letra.
Algunos
juegos son de gran ayuda. Por ejemplo realizar juegos de encontrar letras
escondidas entre otras que se le parecen o por ejemplo repasar dibujos
punteados también es de gran ayuda.
El
material de escritura en niños con TDAH
Los
niños, al igual que los adultos, tienen sus
preferencias por los útiles de escritura. Cuando el niño es mayor y el profesor
se lo permite, podemos hacerle probar diversos materiales con los que escribir
(rotuladores finos, portaminas, plumas?), de forma que compruebe con cuál de
ellos le cuesta menos hacer una letra bonita.
- Bolígrafos de punta gruesa: no son
aconsejables ya que los niños con TDAH suelen no tener control motriz
sobre el trazo y tienden a hacer la letra pequeña, cuando esto ocurre y la
punta del bolígrafo es gruesa la letra se vuelve ilegible.
- Bolígrafos con goma de borrar: son aconsejables
este tipo de bolígrafos para que los niños puedan corregir sus errores.
- Portaminas: Es importante que utilice este tipo de
herramienta para ayudarle a desarrollar su motricidad fina (de las manos)
y ejercitarse, ya que la punta del portaminas le exige controlar su pulso.
Es por ello que este útil debe ser utilizado con una mina adecuada, de
modo que no resulte tan fina y se rompa constantemente.
- Pluma: el uso de la
pluma también requiere un control de la motricidad fina importante, es por
ello que debemos utilizarla y que practique con este tipo de herramientas.
- Goma de silicona: existen en el
mercado unas gomas anatómicas que se acoplan al lápiz o bolígrafo de modo
que nos facilita el hecho de cogerlo adecuadamente.
Razonar
con los niños por qué debe cambiar su letra
Los
niños consideran que cambiar la letra es un mero formalismo, un capricho de los
profesores. Convencerles de su utilidad es nuestro primer paso:
Hacer
una letra más grande transmite a los demás que eres importante, que te sientes
bien contigo mismo. Además, cuando las vocales son grandes resultan más fáciles
de entender y es más difícil que un trazo rápido las distorsione. Por ejemplo,
si escribes una "a" con un trazo muy pequeño y con las prisas el
rabito te sale torcido y se desvía hacia arriba, es fácil que se confunda con
una "o". Sin embargo, si escribes la "a" con letra grande,
por mucho que el trazo se deforme probablemente siempre parezca una "a".
Si no
puedes escribir de forma clara, corres el riesgo de que el profesor te suspenda
sin pensarlo dos veces.
La letra
dirá mucho de ti: elige el tipo de letra que más te guste, aquella con la que
te sientas más cómodo y "mímala".
Tal vez
necesite ayuda adicional
Si
pruebas los anteriores consejos y sigues sin observar ninguna mejora en la
letra del niño, siempre puedes pedir ayuda. Algunos niños necesitan sesiones de
terapia ocupacional para mejorar la letra. Pero muchos niños mejoran trabajando
la forma de escribir con la ayuda de un adulto. Éstos pueden darle ánimos y
ofrecerle formas divertidas de practicar, practicar y practicar. Y, cuando se
den cuenta de que su caligrafía está mejorando, ¿qué deberías hacer? ¡Utilizar
su maravillosa letra para escribirle a su entrenador una nota de
agradecimiento!
"http://www.fundacioncadah.org/web/articulo/mejorar-la-grafia-en-ninos-con-hiperactividad.html"